La condenación de Fausto es la segunda aproximación de La Fura dels Baus al mito faústico, en esta ocasión desde una perspectiva operística. Concebida por Hector Berlioz en 1846, esta obra no puede ser considerada como una ópera al uso. Algunos la consideran como una ópera sinfónica, donde prima la música sobre lo estrictamente argumental; pero sería un error pensar que tanto Berlioz como Gandonière y Gérard de Nerval, los autores del libreto, habían dejado a un lado el texto. Berlioz conocía profundamente la obra de Goethe y Nerval la había traducido al francés. Quizás la mejor clasificación para esta ópera inclasificable sea la que formuló el propio Berlioz: leyenda dramática. El carácter especial de La condenación de Fausto radica en su falta de estructura interna. Berlioz tomó ocho de las escenas de la obra de Goethe y aplicó su música para recrearlas. Esta característica propició, por parte de La Fura dels Baus y Jaume Plensa, la búsqueda de un continuo que articulara la puesta en escena. La propuesta final pasó por relatar la creación de un hombre nuevo, fusión de opuestos complementarios: el resultado de fundir a Fausto, Mefistófeles y Margarita en un solo yo. La aventura de la creación del ser faústico hubiera complacido a Berlioz y, casi seguro, a Goethe; quizás porque tanto el uno como el otro ejemplifican los valores del romanticismo artístico, tan preocupado por la simbología y lo fantástico. En cuatro partes y dos epílogos (en la tierra y en el cielo), esta puesta en escena sitúa la obra de Berlioz en un ámbito casi onírico, cuajado de referencias a la fusión entre los diferentes aspectos del yo. La condenación de Fausto, al igual que sucediera con La Atlántida, demuestra la relación que existe entre la puesta en escena y el espacio en que ésta se desarrolla. En el caso de la ópera de Berlioz, la Felsenreitschule de Salzburgo, un gran teatro excavado en la roca con un gran escenario de más de 40 metros de largo, potenció todavía más la puesta en escena planteada por La Fura dels Baus.»

Música
Hector Berlioz (1803-1869)

Textos
Hector Berlioz, Almire Gandonnière y Gérard de Nerval, a partir de Johann Wolfgang Goethe.

Versión escénica
La Fura dels Baus, Jaume Plensa.

Dirección escénica
Àlex Ollé, Carlos Padrissa
(La Fura dels Baus).

Escenografía y vestuario
Jaume Plensa

Dirección musical
Sylvain Cambreling

Creación y realización vídeo
Franc Aleu

Colaboración escenográfica y dirección técnica
Roland Olbeter

Iluminación
Heinrich Brunke

Vestuario
Robby Duiveman

Dirección coros
José Antonio Sáinz, Gerhard Schmidt-Gaden.

Reparto
Fausto: Paul Groves.
Mefistófeles: Willard White.
Margarita: Vesselina Kasarova.
Brander: Andreas Macco.

Bailarines-actores de La Fura dels Baus
Toni Jodar, Vidi Vidal, Susana Goulart, Sergi Faustino.

Orquesta Staatskapelle Berlín

Coros
Orfeón Donostiarra de San Sebastián, Tölzer Knabenchor.

Equipo de La Fura dels Baus
Director de producción: Salvador Pons.
Regidor: Jordi Soler.
Asistente coreografía: Toni Jodar.
Técnicos riggers: Carlos Bertolín, Xeco.
Producción ejecutiva: Isabel Urpí.
Ayudante producción: Mireia Romero.

Construcción cilindro
Simeó Ubach

Atrezzo
Miquel Adell

Realización vídeo
FILMTEL

Festival de Salzburgo
Director técnico: Klaus Kretschmer.
Coordinación técnica: Joachim Janner.
Responsable de escenario: Helmut Schauer.
Iluminación: Paul Fresacher,
Simon Kluibenschedl.
Sonido: Gerhard Pitter, Markus Waldner.

Estreno
19/8/99, en la Felsenreitschule,
Festival de Salzburgo.

Representaciones
6

Un espectáculo producido por el Festival de Salzburgo, bajo la dirección de Gerard Mortier.

Esta puesta en escena de la ópera de Hector Berlioz, en el Festival de Salzburgo, supuso la consolidación del prestigio de La Fura dels Baus en los medios operísticos internacionales y el segundo acercamiento de la compañía al mito de Fausto.