Todos los caminos llevan a Roma. De Sidney a los antiguos baños públicos de la Roma Imperial. La opera Madama Butterfly, dirigida por Àlex Ollé de La Fura, recorre, una vez más, 16.000 kilómetros desde su estreno hace un año en la ciudad australiana para regresar a Europa, como el verano pasado, y reconquistar los espectadores de la capital italiana. La première de la temporada lírica de verano de las Terme di Caracalla. Calor, color, espectacularidad, pero sobre todo mucha emoción en esta mirada moderna a la ópera de Puccini. En ella, Cio Cio San, seducida y abandonada por un Pinkerton presentado como un especulador inmobiliario que cree que lo puede comprar todo por dinero, vive en un suburbio. En una barraca a medio construir, como el barrio que se dibuja en el horizonte.
Las piedras de este majestuoso espacio, llamado Terma di Carcalla, serán utilizadas en este montaje como metáfora del drama de la geisha. El suyo es el sueño roto de un amor que al final queda solo las ruinas. La escenografía de Alfons Flores permite el juego de contrastes entre el primer acto, lleno de exotismo, y la contundencia del mensaje del segundo y tercero. Ambos marcan la evolución de la delicada adolescente que se convierte en una mujer firme, frente a un entorno hostil, en la defensa de la pureza de sus sentimientos.
Una propuesta escénica actual, alejada de la concepción de superioridad del hombre blanco, que quiere recuperar la esencia inicial de la obra sumergiéndose en la ingenuidad de la joven protagonista enamorada. La adaptación furera de la ópera de Puccini se podrá ver en 4 ocasiones más en la capital italiana: los días 29 de julio y 3, 6 y 8 de agosto. Más información en la web oficial del Teatro dell’Opera di Roma.