Mientras admitíamos  que hablar de Edipo significaba hablar de aquello que nos parece incomprensible  – el tiempo, el destino, el azar – advertimos que Edipo nunca  se había ido. Era obligatorio, pues, reflejar en la puesta en escena el convencimiento que, debajo del barro de los años, el  mito de Edipo renacía, intacto, después de cada lluvia. Que los estratos de los siglos solamente logran cubrirlo efímeramente, hasta que el agua vuelve a limpiar la tierra, y lo descubre.

Dirección Musical: Leo Hussain

Concepto: Alex Ollé (La Fura dels Baus)

Dirección Artística: Alex Ollé (La Fura dels Baus)

En colaboración con:Valentina Carrasco

Escenografía: Alfons Flores

Vestuario: Lluc Castells

Iluminación: Peter Van Praet

Dirección coro: Martino Faggiani

INTÉRPRETES
Oedipe:
Dietrich Henschel

Andrew Schroeder

Tirésias: Jan-Hendrik Rootering

Créon: Robert Bork

Le Berger: John Graham-Hall

Le Grand-Prêtre: Jean Teitgen

Phorbas: Henk Neven

Le Veilleur: Frédéric Caton

Thésée: Nabil Suliman

Laios: Yves Saelens

Jocaste: Natascha Petrinsky

La Sphinge:
Marie-Nicole Lemieux

Natascha Petrinsky

Antigone: Ilse Eerens

Mérope: Catherine Keen

Une femme thébaine: Kinga Borwoska
Orquesta: La Monnaie Symphony Orchestra & Chorus
Producción: La Monnaie / De Munt, con el apoyo de Deloitte.
Fotografías: (c)La Monnaie-Bernd Uhlig

Hay un abismo abierto ante nosotros, meros seres humanos finitos,  cuando reconocemos que existe un tiempo elástico y elíptico, que desafía la noción que tenemos sobre la temporalidad del mundo que nos rodea.