Trilogía Romana
En la interpretaciones de los tres poemas sinfónicos de Ottorino Respighi, «Fiestas romanas», «Fuentes de Roma» y «Pinos de Roma», daremos el máximo protagonismo a los músicos de la orquesta en este «formato híbrido», que se apoya en juegos de luces y sombras, además de las videocreaciones del cineasta y fotógrafo francés Emmanuel Carlier. Los 3 poemas están ambientados en las calles y plazas de la ciudad eterna, en la que el autor boloñés residió desde 1913.
Se trata de visualizar las líneas luminosas que desprenden las ondas sonoras producidas por la orquesta sinfónica y reinterpretar, al mismo tiempo, las ideas que pasaron por la cabeza de Respighi mientras componía las tres geniales partituras. Música y luz, imágenes y movimiento. Un juego de correspondencias entre el fuego interior del ser humano y la materia: piedra / agua / pino.
No queremos más que iluminar un poema sinfónico, dejarse llevar por su música y abrazar su contenido. En escena, sólo el director acompañado por los músicos de la orquesta. La música de Respighi permite que los músicos y sus instrumentos sean los grandes protagonistas con sus movimientos coreográficos determinados por la riqueza de la partitura. Alrededor de ellos se han instalado pantallas capaces de captar la luz de las video proyecciones de agua, esculturas, pinos, espectros de figuras y sombras en movimiento continuo.
Carlus Padrissa
(La Fura dels Baus)
OTTORINO RESPIGHI
Discípulo de Rimski-Korsakov y seguidor de la corriente neoclásica italiana que recuperó la tradición del canto gregoriano, Palestrina y Monteverdi; Respighi sentiría también auténtica fascinación por el colorido de la música de Wagner y sus discípulos. Se propuso sintetizar en un estilo propio las influencias de contemporáneos como Richard Strauss o los impresionistas franceses con las de la tradición italiana. La Trilogía Romana agrupa tres de las obras en las que consiguió adoptar un lenguaje personal, lleno de imaginación e inmensamente estimulante, de la manera más brillante e imperecedera.
“PRIMER ACTO: FESTE ROMANE”
1.1 CIRCENSES
Fuego, Arena y Sangre, las pasiones. Un círculo de fuego se estrecha completamente alrededor del hombre-estatua. El hombre lucha contra si mismo, contra sus propios fantasmas. La cabeza del hombre-estatua cae y se estrella en pedazos a marcha lenta. El polvo invade toda la pantalla.
1.2. IL GIUBILEO
Música sola. Mas tarde los peregrinos se desplazan como en una procesión. El movimiento de retroceso se acentúa: las filas de siluetas se vuelven cada vez más numerosas y pequeñas, parecen estirarse hasta el infinito. Las centenas de personajes se fundan y se confunden con un texto: la Eneida. La cámara lentamente sube y nos hace descubrir un punto de vista sobre Roma.
1.3. L’OTTOBRATA
Música sola. Más tarde parecen tres cuadros de Caravaggio. La orquesta se ilumina de múltiples colores para que parezca que es la continuación de los cuadros de Caravaggio.
1.4. LA BEFANA (LA EPIFANÍA)
Sobre ambas pantallas, un viaje a cámara rápida por la noche de Roma Al mismo tiempo, sobreimpresiones de personajes anónimos de películas proyectados sobre los monumentos, fuentes, las esculturas, el suelo, las paredes, que están como apariciones fantasmales de la agitación de la ciudad y de la memoria de sus habitantes.
“SEGUNDO ACTO: FONTANA DI ROMA”
2.1. LA FONTANA DI VALLE GIULIA ALL’ALBA
Al principio, aparición de una gota que llega desde lo alto de la pantalla y progresa lentamente deformándose y aplastando otras gotas que aparecen y se reúnen en la superficie de la pantalla, comienzan a formar un charco. Al fin, la pantalla entera forma una superficie de agua y ondulaciones líquidas. Progresivamente se calman.
2.2. LA FONTANA DI TRITONE AL MATTINO
Luz de la mañana. Los cuerpos masculinos y femeninos se incorporan, se desplazan, se cruzan, se topan. Juegos con las rayas de luz deslumbradora. Al final el cuerpo se idealiza hacia una escultura perfecta: la Fuente de Tritón, de Bernini.
2.3. LA FONTANA DI TREVI AL MERIGGIO
Luz solar cenital, mediodía. Es la fuente que se construye con los cuerpos que se entrelazan, encuentran sus sitios y sus posiciones. Movimientos de los miembros que envían chorros. Los cuerpos vuelven dentro de las estatuas de la fuente, en transparencia, en superposición… poco a poco se construye la Fontana di Trevi.
2.4. FONTANA DI VILLA MEDICI AL TRAMONTO
Crepúsculo, Noche-muerte del tiempo. Surgen fuentes de lágrimas de los ojos de las esculturas. Los cuerpos caen hacia una superficie líquida. Los cuerpos se hunden y desaparecen bajo el estanque que da la impresión de ser uno lago gigantesco de noche. El agua se calma, descubrimos que se trata del estanque de la Fontana dei Medici.
TITULO “TERCERA PARTE: PINI DI ROMA”
3.1. I PINI DI VILLA BORGHESE
Evocación sensual y bucólica de la estatua de Bernini; Apolo y Dafne. La escena se sitúa en un bosque de pinos. El realizador Emmanuel Carlier realiza una versión magistral del mito de Dafne y Apolo a través de dos adolescentes. Dafne, para escapar de Apolo, se transforma en laurel.
3.2. PINI PRESSO UNA CATACOMBA
Solo música, luz y sombras.
3.3. I PINI DEL GIANICOLO
Toda la secuencia es un juego de sombras. Las manos se convierten en follajes de pinos que crecen y crecen. Al fin de este movimiento musical, todas las manos en sombras chinas van a reagruparse a centro de la pantalla para formar la cabeza de un ruiseñor que canta.
3.4. I PINI DELLA VIA APPIA
Se evocara a la Via Appia a través de su historia; una gran alfombra de piedras pulidas. Debajo aparecen los cuerpos que representan los esclavos y un ejército de pinos que avanzan y se alejan, cada vez más numerosos, hasta el clímax musical.
Dirección artística
Carlus Padrissa. La Fura dels Baus
Realititzación de video y guión Emmanuel Carlier
producción
David Pascual
Fotografías
(c) Opera di Roma – Corrado Maria Falsini
Se trata de visualizar las líneas luminosas que desprenden las ondas sonoras producidas por la orquesta sinfónica y reinterpretar, al mismo tiempo, las ideas que pasaron por la cabeza de Respighi mientras componía las tres geniales partituras. Música y luz, imágenes y movimiento. Un juego de correspondencias entre el fuego interior del ser humano y la materia: piedra / agua / pino.